El término Arquitectura radical denomina una corriente arquitectónica que se desarrolló entre los años sesenta y setenta del siglo pasado, un periodo profundamente afectado por el mayo del 68, la Guerra fría, la llegada del hombre a la luna y el desarrollo de los medios de comunicación de masas.
Las principales características de este movimiento fueron su carácter crítico y utópico, su visión optimista de la tecnología, la integración de diferentes disciplinas –el arte, el cine o el diseño de objetos– y la incorporación desprejuiciada de las estéticas de la cultura popular y de consumo. Muchos de los proyectos que realizaron estos grupos han llegado a nuestros días tan solo como registros planimétricos, maquetas y fotomontajes, pero han influido profundamente en el trabajo de toda una generación.
Muchos de estos grupos de trabajo –como Arquizoom, Buti, 9999, Superstudio, UFO , Remo Buti, Gianni Pettena o Zziggurat – se originaron en Florencia (Italia). A nivel internacional también podemos hablar de Ant Farm en Estados Unidos o de Archigram y Future Systems en Reino Unido. En Europa también surgieron otras propuestas que podríamos incorporar a esta corriente, como el colectivo Hans-Rucker-Co en Viena o el trabajo de José Miguel de Prada Poole en España.
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Archigram
El año 1961 Peter Cook, David Green y Mike Webb fundaron la revista Archigram. Un año después se unieron Ron Herron, Dennis Crompton y Warren Chalk. Sus propuestas se dejaron influenciar por la estética pop de la época, que afectó desde un principio a los dibujos y collages que difundían en su revista.
La mayoría de sus propuestas eran de carácter especulativo, basándose en la ciencia ficción y las nuevas tecnologías para sugerir alternativas de supervivencia en tiempos de agitación social y amenaza nuclear.
Sus innovadores modelos conceptuales establecieron nuevas relaciones entre lo tecnológico, la arquitectura y la sociedad. La mayoría de las ideas del grupo no pasaron del papel, pero constituyeron un gran impacto en la historia de la arquitectura y en su relación con la sociedad.
El grupo se desintegró en 1974, aunque sus miembros continuaron manteniendo un estrecho contacto.
Walking City es una de las obras más célebres de Ron Herron e icono de arquitectura radical de los años sesenta. La Walking City tenía intenciones claramente utópicas y consistía en una mega-estructura que permitía que sus residentes pudieran desplazarla al completo si su entorno era violento u opresivo. La ciudad solo necesitaba encontrar un lugar al que conectarse para funcionar plenamente. En este punto se complementaba con otra propuesta del grupo: la Plug-in City de Peter Cook, que permitía incorporar partes e ir creciendo.
Superstudio
Superstudio se fundó en Roma en el año 1966 por Adolfo Natalini y Cristiano Toraldo di Francia. Más adelante se unieron Gian Piero Frassinelli, los hermanos Roberto y Alessandro Magris y Alessandro Poli. El grupo se separó oficialmente a principios de los años ochenta.
Su trabajo se inspiraba en la ciencia ficción o en las experiencias con LSD, así como en influencias del movimiento Metabolista japonés, de Archigram y de Hans Hollein.
Al igual que otros grupos de la Arquitectura radical, desarrollaron gran cantidad de proyectos conceptuales. Su producción abarcó –además de lo arquitectónico– el diseño de objetos, las instalaciones, los fotomontajes e incluso el cine.
Uno de sus proyectos más destacados fue Monumento Continuo, que consistía en una propuesta que se definía como un modelo arquitectónico para la urbanización total. Consistía en una mega-estructura sin ninguna función definida y con una inexpresiva retícula como único ornamento. Esta construcción monolítica se imponía a todo tipo de contextos, desde grandes metrópolis como Nueva York a parajes naturales como el desierto de Arizona.
Superstudio vio en estas estructuras una forma de imponer el orden racional, unificando lo urbano con el entorno natural sin destruir este último.
Archizoom
El colectivo Archizoom se fundó el año 1966 en Florencia por parte de los arquitectos Andrea Branzi, Gilberto Corretti, Paolo Deganello y Massimo Morozzi. En 1968, se les unirían los diseñadores Dario y Lucia Bartolini.
Como el resto de grupos, su trabajo reacciona contra el carácter normativo de la arquitectura moderna, incorporando la ironía y la imaginación para criticar la sociedad de consumo. Sus propuestas se dejaban influir por el neodadaismo norteamericano y por el arte pop.
No-Stop City (1969) fue una de sus propuestas más conocidas. Consistía en una mega-estructura que se desarrollaba horizontalmente, dando lugar a una ciudad continua, descentralizada y en la que todo era interior. Este extenso espacio neutro disolvía la distinción entre espacio público y privado, eliminando también la división habitual entre las viviendas, por lo que la zonificación se generaba mediante la acumulación de objetos cotidianos y de mobiliario.
La propuesta de Branzi se propone colonizar por completo el medio natural, que solo aparece como un vestigio de algo ya superado. La Luna –accesible gracias a la autopista que planteó Alessandro Poli (Superstudio)– pasaría a ser el próximo objetivo a colonizar.
Gruppo 9999
Este colectivo de arquitectos fue fundado en Florencia en 1968 por Giorgio Birelli, Carlo Caldini, Fabrizio Fiumi y Paolo Galli. Más adelante se incorporaron Paolo Coggiola, Andrea Gigli, Mario Preti y Giovanni Sani. El grupo se formó a partir de la exposición Superarchitecture (1966) en la que participaron grupos de la escena radical como Archizoom o Superstudio. Permaneció activo hasta 1972.
El grupo denunció el mal uso de los medios de comunicación y la sociedad consumo y convirtieron la vida cotidiana en objeto de diseño, apostando por las construcciones artesanales y la vida comunal –siguiendo el ejemplo de las comunas hippies estadounidenses–. Utilizaron también el happening y la performance, así como proyectos especulativos difundidos a partir de imágenes y fotomontajes.
Ant Farm
El año 1968 Chip Lord y Doug Michels fundaron Ant Farm en la costa oeste de Estados Unidos, permaneciendo activos hasta finales de los años setenta. El grupo realizó proyectos que analizaban la sociedad de consumo mediante la utilización de referentes de la cultura pop estadounidense como el coche, la televisión o el asesinato de Kennedy. Incorporaron a su trabajo la performance, el vídeo, los manifiestos y las instalaciones; así como influencias de Bucky Fuller, Paolo Soleri, Archigram o Anna y Lawrence Halprin.
Inflatocookbook (1973), fue un fanzine que el grupo auto-publicó sobre estructuras neumáticas y sobre cómo estas pueden ser utilizadas para crear espacios de uso temporal. La publicación comienza describiendo cómo inflar una bolsa de plástico y a partir de este sencillo acto genera toda una teoría acerca de las formas y usos de las estructuras inflables.
Future Systems
Future Systems fue un grupo de trabajo fundado en Londres en el año 1979 por David Nixon y Jan Kaplický. Diez años después Nixon fue sustituido por Amanda Levete, su incorporación inauguró un periodo en el que comenzaron a construir más a menudo, alcanzando gran reconocimiento. En 2008 Kaplický y Levete decidieron dividir la sociedad, pero la muerte de Kaplický un año más tarde terminó con el proyecto.
El trabajo de Future Systems ha sido definido como Arquitectura High-tech, por su inspiración en la tecnología de la carrera espacial, o también como Arquitectura Biónica, debido a las formas orgánicas de algunos de sus proyectos.
Sus diseños reaccionaban al clima apocalíptico de la Guerra Fría, planteando alternativas para entornos naturales deshabitados o para ciudades excesivamente urbanizadas.
House for a Helicopter Pilot consiste en un cubículo de color rosa con patas de metal y un helipuerto en la azotea, mientras que House for Josef K es una estructura que parece diseñada para establecer una colonia en un planeta extraterrestre.
Entre sus proyectos construidos más importantes están la tribuna de prensa del estadio Lord’s Cricket Ground de Londres (ganador del Premio Stirling 1999) y los almacenes Selfridges en Birmingham.
Conclusión
Los diferentes grupos mencionados imaginaron construcciones que no llegaron a realizar nunca, pero sus propuestas permitieron incorporar ficciones que hicieron posible que toda una generación de artistas, diseñadores y arquitectos comprendiesen y pudieran afrontar una nueva realidad marcada por los avances tecnológicos, la cultura de masas, el temor por un conflicto nuclear o los primeros síntomas de la crisis eco-social.
Algunos de ellos siguen aún en activo, como Rem Koolhaas, que sigue implementando propuestas radicales mediante su oficina OMA y su think tank: AMO.
El espíritu crítico y la capacidad de imaginar futuros diferentes de estos grupos sigue presente en algunas propuestas actuales –como las de Liam Young, MVRDV o FOA– así como en el campo académico, en las bienales y en los concursos de arquitectura.
Tanto los ejemplos de los años sesenta, como los actuales, nos muestran la importancia de seguir utilizando la práctica especulativa como un medio para abordar problemáticas actuales –como el cambio climático, el capitalismo de la vigilancia o la sociedad algorítmica, etc.– y plantear imaginarios que reinventen el entorno urbano y la vida cotidiana.