El término “herencia yacente” hace referencia al estado en el que un patrimonio se encuentra una vez la persona propietaria fallece y es adjudicada a los herederos o designada a un administrador.
En este periodo de tiempo, la herencia no ha sido transferida de manera formal. Esta situación puede generar incertidumbre a la hora de administrar dichos bienes.
En este artículo abordaremos qué significa una herencia yacente, cómo se administra y cuáles son los plazos involucrados.
Además, veremos cómo Arquitasa Sociedad de Tasación puede ayudarte a valorar y gestionar estos bienes para facilitar la transición y resolución de la herencia.
PUNTOS CLAVE PARA EL LECTOR:
➯ Definición de herencia yacente: estado temporal del patrimonio sin heredero claro tras el fallecimiento.
➯ Administración: responsabilidad de albaceas o administradores designados, o del Estado si no hay herederos.
➯ Obligaciones fiscales: incluye el pago de impuestos y manejo de deudas antes de distribuir el patrimonio.
➯ Caducidad y asignación estatal: si no se reclama en 30 años, el Estado asume la herencia.
Contexto e información inicial
Indice de contenidos
¿Qué es la herencia yacente?
La herencia yacente se refiere al intervalo que va desde el fallecimiento del causante hasta que los herederos deciden aceptar o rechazar la herencia.
Durante este tiempo, los bienes del difunto carecen de un propietario claro y permanecen en un estado de incertidumbre hasta que los herederos actúen.
En esta etapa, el patrimonio del fallecido está pendiente de ser reclamado y la situación se resolverá cuando los herederos acepten o renuncien a la herencia.
Aunque legalmente los herederos disponen de un plazo de hasta 30 años para tomar esta decisión, en ciertos casos se les puede exigir una respuesta antes de que se cumpla este término.
Composición y características de la herencia yacente
La herencia yacente es una fase crucial en el proceso sucesorio, en la cual los bienes y derechos del fallecido se encuentran en un estado de espera antes de ser asignados a los herederos.
Durante este período, la composición y características de la herencia yacente se vuelven fundamentales, ya que determinan cómo se gestionarán los activos y pasivos del difunto.
Elementos de la Herencia Yacente
Se conoce como herencia yacente al conjunto de bienes, derechos y obligaciones del fallecido (desde el momento del fallecimiento hasta que los herederos formalmente aceptan o rechazan la herencia).
Por lo tanto, los elementos de la herencia yacente incluyen bienes inmuebles, como propiedades; bienes muebles, como vehículos o joyas; derechos, como rentas o intereses; cuentas bancarias y valores; deudas y obligaciones; participaciones en empresas; seguros de vida y contratos pendientes del fallecido.
Duración de la Herencia Yacente
Aunque no existe un plazo definido para aceptar o renunciar a una herencia, los herederos suelen disponer de un período legal de 30 años para reclamarla.
Este es el tiempo límite durante el cual pueden ejercer su derecho antes de que caduque.
¿Durante cuánto tiempo se puede mantener una herencia como yacente?
La herencia yacente concluye cuando los herederos aceptan o renuncian a la herencia. Aunque la ley no establece un plazo máximo para tomar esta decisión, suelen contar con un periodo de 30 años como máximo.
Administración de la Herencia Yacente
La administración de la herencia yacente es un aspecto crucial en el proceso sucesorio, especialmente cuando el patrimonio del fallecido aún no ha sido asignado oficialmente a los herederos.
Durante este período, el patrimonio se encuentra en un estado de indefinición y la gestión de los bienes debe ser manejada con cautela para preservar su valor y evitar conflictos futuros.
En esta etapa es fundamental entender quién tiene la responsabilidad de administrar los bienes y qué acciones se deben tomar para asegurar una transición ordenada y justa cuando los herederos finalmente tomen una decisión sobre la herencia.
¿Quién administra el patrimonio durante la fase yacente de la herencia?
Aunque la herencia yacente carece de un titular definido, se puede designar un administrador para supervisar la gestión de los bienes y derechos.
Este administrador se encarga de preservar y mantener el patrimonio hasta que se nombre un heredero.
Administración de la herencia yacente: albaceas y administradores
La gestión de la herencia corresponde a los albaceas o administradores que el fallecido haya designado.
Si no se ha realizado tal designación antes del fallecimiento, los herederos asumirán dicha responsabilidad.
De hecho, en caso de ser necesario, los herederos pueden solicitar al juez que nombre un administrador para encargarse de la administración de la herencia.
Responsabilidades de los herederos durante la yacencia
En ausencia de una designación de albacea o administrador, los herederos deben encargarse de la gestión y protección de los bienes de la herencia yacente.
Aunque tienen la facultad de llevar a cabo acciones para conservar el patrimonio, no se considera que hayan aceptado la herencia ni tienen derecho a disponer de los bienes hasta que se realice una aceptación formal.
Es fundamental que los herederos entiendan las implicaciones legales de este periodo para garantizar que el patrimonio se mantenga en buen estado hasta que se complete el proceso de aceptación.
Asignación de la herencia por el Estado
Cuando no existen herederos ni testamento, el Estado se encarga de distribuir la herencia de la siguiente forma:
- Un tercio se dirige a instituciones municipales en el lugar de residencia del fallecido. Son instituciones enfocadas en la beneficencia, educación o acciones sociales.
- Otro tercio se asigna a entidades provinciales de la provincia del difunto.
- El tercio restante se emplea para la reducción de la deuda pública, salvo que el Consejo de Ministros decida lo contrario.
Dado que la gestión de una herencia sin herederos puede implicar importantes consecuencias legales y fiscales, es aconsejable consultar con especialistas para garantizar una administración adecuada de los bienes y obligaciones.
Tributación de la Herencia Yacente
Las herencias, incluyendo las herencias yacentes, conllevan responsabilidades fiscales que deben ser gestionadas con precisión.
Es fundamental comprender los impuestos, plazos y procedimientos involucrados para evitar complicaciones con la administración tributaria.
¿Qué impuestos paga una herencia yacente?
Las herencias, incluyendo las herencias yacentes, conllevan significativas responsabilidades fiscales.
Los impuestos asociados, así como los plazos y procedimientos para su declaración, pueden diferir según el valor total de la herencia y las regulaciones fiscales vigentes.
Teniendo en cuenta los impuestos que la herencia yacente puede conllevar, es fundamental conocer estos aspectos para evitar sanciones y problemas con las autoridades fiscales.
Deudas y Obligaciones en la Herencia Yacente
Manejar deudas y responsabilidades durante la fase de herencia yacente es fundamental para garantizar una adecuada distribución del patrimonio.
En este período, es importante resolver y liquidar todas las deudas existentes antes de avanzar con la distribución de los bienes.
¿Qué ocurre con la herencia yacente si existen deudas vigentes?
Cuando una herencia yacente contiene deudas, estas deben ser liquidadas antes de poder distribuir el patrimonio entre los herederos.
Lo habitual es preparar un inventario completo que incluya todos los bienes y deudas de la herencia.
Acreedores en la herencia yacente
Los acreedores del fallecido tienen el derecho de solicitar el pago de sus deudas frente a la herencia yacente, aunque esta no tenga personalidad jurídica, pero sí disponga de capacidad procesal.
Pueden presentar sus demandas judiciales tanto contra la herencia yacente como contra los herederos que aún no han aceptado la herencia.
El Estado y la Herencia Yacente
En caso de que un heredero no se manifieste y la herencia quede en situación de yacencia, el Estado puede tomar medidas para gestionar dichos bienes.
Este procedimiento garantiza que los activos no queden abandonados y se administren conforme a la legislación vigente.
Preguntas Frecuentes sobre Herencia Yacente
¿Qué sucede si no se encuentra al heredero de una herencia yacente?
Cuando el heredero no puede ser localizado, la herencia se mantiene en un estado de «yacencia» hasta que se haga una reclamación.
Esto implica que los bienes heredados no pueden ser transferidos a otros herederos o terceros hasta que el heredero legítimo sea encontrado o el plazo legal para reclamar la herencia haya expirado.
Si el heredero no se presenta dentro del plazo legal de 30 años, la herencia puede ser considerada abandonada y pasar a ser propiedad del Estado.
Existen procedimientos legales para localizar a herederos desconocidos y asegurar sus derechos e intereses.
¿Qué ocurre si la herencia yacente incluye deudas?
Durante el tiempo que la herencia permanece en estado de yacencia, los herederos están limitados a realizar únicamente actos de conservación, protección y administración básica de los bienes.
Solo tras aceptar formalmente la herencia, adquieren la propiedad total de los bienes y derechos, así como la responsabilidad de cualquier deuda asociada.
¿Qué ocurre si nadie acepta la herencia?
En caso de que los herederos no acepten la herencia, no se encuentren herederos o estos no puedan ser localizados, el Estado asumirá la herencia del fallecido.
Esta transferencia de los bienes al Estado ocurre después de un período de 30 años, al cual se considera que la herencia ha sido abandonada.
¿Qué sucede si nadie la reclama?
Si transcurre este período sin que nadie reclame los bienes, se considera que no hay herederos y la herencia se adjudica al Estado de forma definitiva.
En el país, no se permite que una herencia quede sin titular; una vez que los bienes se asignan al Estado, no es posible realizar ninguna reclamación posterior.
La relación entre la herencia yacente y la tasación inmobiliaria
La herencia yacente se refiere a los bienes de una persona fallecida sin heredero oficialmente designado.
En este contexto, la tasación inmobiliaria para herencias es clave para determinar el valor de mercado de las propiedades, lo que permite calcular los impuestos de sucesión y gestionar mejor la herencia una vez que sea aceptada.
El valor de los inmuebles en herencia yacente puede variar según la ubicación, el tipo de propiedad y las condiciones del mercado. Un servicio de tasación profesional asegura una valoración precisa, esencial para cumplir con obligaciones fiscales y legales.
Bibliografía y Referencias
- Albaladejo, M. (1994). La usucapión a favor de la herencia yacente. En M. Albaladejo (Ed.), Comentarios al Código Civil y Compilaciones Forales (Vol. IX, pp. 429-458). Edersa.
- Carpi Martín, M. R. (2014). La herencia yacente como parte demandada: cuatro odiseas procesales. Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, 746, 3363-3391.
- García Herrera, V. (2008). La usucapión a favor de la herencia yacente. vLex.
- Hernández, C. S. (1995). La herencia yacente: nuevas perspectivas (Tesis doctoral). Universidad de Málaga.
